viernes, 21 de julio de 2017

Carta para mi amor, lo que era mi amor (4)

EL TORMENTO

En cuanto volvimos de vacaciones, un poco más tranquilos (aparentemente) empezó lo peor, peleas tras peleas llenas de reclamos continuos donde no dejabas de hacer mención sobre todos mis errores, me los repetías en cada oportunidad que tenias, decidí alejarme de ti, de los problemas (usted lo aceptó), durante ese tiempo me dedique a bailar y tener amistades cosa que no había tenido la oportunidad de hacer a causa de sus celos, pero de nuevo, no se como me gustaste igual a la primera vez, me llenó de emociones, volvimos con el compromiso de que esta vez el cambio fuera notorio aunque por desgracia solo fue durante las primeras semanas, las discusiones volvieron con una gran diferencia comenzaste a darme miedo, tus enojos eran tan eufóricos que me hicieron vulnerable, sentía el terror de que en cualquier momento te atreverías a pegarme, por fortuna nunca llegue a descubrir si eras capaz o sólo era la fachada, estaba deshecha, no sabía cómo continuar, busque un refugio y lo encontré, pero trajo consigo más problemas y peleas, esa vez no quería dejar de hacer lo que me gusta, lo que me hace más feliz que todo tu amor, no lograbas entenderlo y eso me hacía daño porque en cada momento que involucraba lo que a ti te gustaba ahí estaba, esta claro que no en todos los partidos porque simplemente no se podía pero a pesar de que detesto ver el fútbol hacía todo por mostrarte mi apoyo, en verdad ¿no pudiste aceptar un pasatiempo?, permitimos la distancia que nos dejaban las actividades y materias, intenté que estuvieras presente te lleve casi a rastras pero en lugar de darme fuerza para seguir me hacías sentir incómoda con tus caras largas y malhumoradas; preferí a la danza antes que a ti, debo aceptarlo, aun así lo volvería a hacer, te dejaría las veces que fuesen necesarias con tal de seguir en ese mundo.

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